lunes, 14 de junio de 2021

CURSO INTRODUCTORIO AL PROGRAMA BIOLINGÜÍSTICO DE CHOMSKY

 

RESUMEN

La importancia actual del trabajo teórico y aplicativo de Chomsky desborda el campo de la lingüística hacia otras disciplinas del conocimiento como la psicología, la biología, la informática, entre otras. Ello implica, obviamente, un alto grado de complejidad para su estudio. Por esa razón, el presente trabajo pretende hacer una síntesis de la misma, prestando atención a la cronología de sus etapas teóricas y sus aspectos más relevantes, más allá de una breve asignatura universitaria. Todo esto dentro del rótulo «Curso introductorio…», el cual delimita la profundidad de los detalles y el análisis. En todo caso, se aspira a ser una guía en los primeros pasos del lector con algunas nociones, o simplemente una invitación a aquellos interesados en este Programa Biolingüístico.

Palabras clave: Biolingüística, Generativismo, Innatismo, Programa Minimalista, Recursividad, Tercer Factor.



I. CONSIDERACIONES PRELIMINARES

Noam Chomsky (Filadelfia, EEUU, 1928) es quizás el lingüista más influyente en la actualidad. Fue alumno de Zellig Harris, quien fue seguidor de Bloomfield, en la Universidad de Pennsilvania. De este adaptó y reelaboró su Gramática Transformacional a su Gramática Generativa, la cual no es una teoría estática como el enfoque estructuralista, sino, más bien, dinámica por sus cualidades internistas y computacionalistas. Esto se puede ver, por ejemplo, en que el binomio generativista «competencia/actuación» es más completo que el binomio estructuralista de «lengua/habla», porque describe mejor las capacidades lingüísticas y el uso que hacen los hablantes.


Una constante a lo largo del trabajo de Chomsky es el diseño o arquitectura de su sistema. Este permite una serie de posibilidades operativas al pasar de la teoría a la aplicación empírica, como la informática y sus algoritmos computables con la «Forma Normal de Chomsky». Asimismo, en investigación, se está desarrollando el Programa Minimalista, la recursividad en humanos y otras especies, la adquisición y desarrollo del lenguaje... 

La contribución de este lingüista a diversas disciplinas ha sido enorme, pero también ha recibido algunas críticas de índole empirista (Elman et al., 1996) y teórico (Pinker y Jackendorff, 2005). Sin embargo, su producción bibliográfica se ido expandiendo. En sus trabajos puede verse que es un gran conocedor de la tradición del estudio del lenguaje, pues en sus investigaciones parte de autores como  Descartes, Port-Royal, Humboldt, entre muchos otros. De sus libros se puede mencionar títulos como Aspectos de la teoría de la sintaxis (1965), El lenguaje y el entendimiento (1960), Una aproximación naturalista a la mente y al lenguaje (1998), etc. Además, ha incursionado en el activismo político y ha escrito varios textos sobre esa temática.

La biolingüística es una disciplina amplia, que se enfoca principalmente en las relaciones entre la biología y el lenguaje; es decir, en entender el lenguaje como un órgano del cerebro y, por ende, como parte de la biología humana (Jenkins, 2000). El lingüista y neurólogo Eric Lenneberg, autor del afamado Biological Foundations of Language (1967), fue el pionero en estas investigaciones. Pero fue otro lingüista, Massimo Piatelli, quien planteó el término «biolingüística» en unas conferencias en 1974, en el MIT, Massachusetts Institute of Technology. Posteriormente, Chomsky adopta el nombre de «Programa Biolingüístico» para toda su teoría, desde la década de 1950 hasta la actualidad. En orden cronológico, esta teoría se divide en tres partes: la «Primera Gramática Generativa», la «Teoría Principios y Parámetros», que realidad vendría a ser una segunda gramática generativa, y el Programa Minimalista. 

Para cada apartado, como se verá en el presente trabajo, se ha diseñado sendos cuadros con los componentes que las conforman y sus debidas explicaciones. No obstante, algunos cuadros son reproducciones de ejemplos de los autores citados en la bibliografía. Se incluirá además una parte inicial dedicada al innatismo y una parte final a la recursividad, antes de la Primera Gramática Generativa y de las conclusiones, respectivamente.



II. INNATISMO CHOMSKIANO

Es imprescindible señalar que el debate sobre si el origen del lenguaje es natural o convencional, data de los tiempos de Platón en su afamada obra Crátilo (360 a. C.). Es así que, desde filósofos, naturalistas y psicólogos han tratado de hallar una respuesta contundente a este longevo debate. En contraste, la lingüística que apenas cuenta con poco más de una centuria de existencia aparece como la ciencia social que se ocupa del estudio del lenguaje en sus diversas  facetas (como expresión lingüística -hablada, escrita, en braile, lengua de señas, etc.-, como posterior lengua normativa, fonética, fonológica, semántica, pragmática, etc.). En este sentido, Chomsky (1957) se decanta por la adquisición natural del lenguaje porque, en base a sus investigaciones, el ser humano dispone de una Gramática Universal innata; es decir, está preprogramado genéticamente para expresarse lingüísticamente siempre y cuando bajo un entorno adecuado. 

La propuesta del innatismo está enmarcada a su vez dentro de otra teoría más general, esencial en psicología, que es la de la «Adquisición y desarrollo del lenguaje». 

A continuación se hará mención, de manera sucinta, de las cuatro teorías de la adquisición más relevantes.

En primer lugar, se empezará con el conductismo, propuesto por el psicólogo Frederick Skinner (1938), en el cual el aprendizaje del lenguaje se adquiere por medio de los estímulos y respuestas en el contexto cultural. 

Por otra parte, el cognitivismo, del biólogo Jean Piaget (1972), propuso la aparición del lenguaje vinculado a la inteligencia y al pensamiento. 

Otra corriente teórica, el interaccionismo, representada principalmente por los psicólogos Lev Vygotsky (1931) y Jerome Bruner (1971), proponen que por medio de la interacción del niño en un ambiente social facilitará su acceso a las reglas del lenguaje. 

Por último, Noam Chomsky (1965), propondrá que el innatismo por medio del «Dispositivo de Adquisición del Lenguaje» (LAD, por sus siglas en inglés) o conocimiento gramatical innato, se adquieren y desarrollan las lenguas humanas. En este punto, este lingüista acepta también la importancia de la experiencia (Perot, 2010), y que el desarrollo de la lengua materna, o L1, debe darse dentro del «período crítico»; es decir, entre los primeros años del niño hasta los 12 años de edad ya que pasado ese período tendrá dificultades en sus capacidades lingüísticas (Lenneberg, 1967). Para Chomsky (1965), en suma, la lengua es un estado de la mente y es extraordinariamente creativo por su naturaleza computacional. 

El lenguaje (Chomsky, 1976), pese a contar con un limitado y disperso número de unidades léxicas, puede generar infinitas combinaciones para construir y comprender nuevas frases y oraciones, no oídas previamente. Para explicar esto se plantea la existencia de una capacidad innata en los seres humanos. Por tanto, el lenguaje no es una conducta, como afirmaba Skinner (1938), sino un «órgano mental», el cual es bastante parecido a otros sistemas biológicos de naturaleza innata como el de la visión.

Así, pues, el innatismo es una especie de fuente de la que parte el sistema de Chomsky, porque reflexiona sobre la rapidez con la que desde la infancia se aprenden las lenguas, pese a poseer estas sistemas complejos. No obstante, este aprendizaje no explica esa rapidez, sino que la razón está en la facultad del lenguaje o, en otras palabras, en la estructura de los genes con la que se viene al mundo de manera preprogramada. Se trata de una condición humana que es un componente mental y lingüístico. De esta forma, el innatismo plantea una solución al problema lógico de la adquisición y desarrollo del lenguaje. 

Chomsky (1980) acepta que los estímulos, o input lingüísticos, que se reciben en la infancia son positivos para el aprendizaje de las lenguas, aunque no son suficientes. Esto se debe a sus restricciones y pobreza en la recepción para deducir las propiedades y los principios abstractos del lenguaje. Por tanto, el hecho de que el estímulo fomente la facultad del lenguaje es una conditio sine qua non para su adquisición y desarrollo. En consonancia con Chomsky en este aspecto el psicólogo Steven Pinker (1995) afirma que la estructura interna del lenguaje ya viene dada genéticamente por lo que únicamente mediante el estímulo el niño no puede acceder a ella. En otras palabras, como ya se ha dicho anteriormente, se necesitan ambos componentes (innatismo y experiencia) para que se lleve a cabo de manera óptima la adquisición y desarrollo del lenguaje.

La demostración empírica del innatismo ha venido siendo reforzada por descubrimientos como el gen FOXP2, también conocido como el gen del lenguaje. Sin embargo, como afirma el lingüista Víctor Longa (2006: 203): «el descubrimiento del FOXP2 no debe contemplarse como la evidencia definitiva del carácter innato del lenguaje». Es así que esta llamada a la mesura de Longa se debe obviamente a que si bien existe una cierta relación entre este gen y el lenguaje, los resultados no han sido del todo concluyentes.

El innatismo, en suma, según el enfoque naturalista (Birchenall, et al., 2013) vendría a ser el carácter biológico de la facultad del lenguaje o lengua de señas para sordomudos. Asimismo, guarda estrecha relación con la evolución de la Gramática Generativa, desde la década de 1950 a la actualidad, y no ha sufrido mayores modificaciones. 

Para el estudio del innatismo, se partirá de la propuesta de Chomsky (1960 y 1965) en los que los componentes fonéticos universales en las lenguas naturales operan como un «alfabeto fonético universal» o Sonidos-I, y por medio de estos provienen los rasgos semánticos.

En el cuadro 1° [hacer clic en la imagen para ampliar] se puede observar, de acuerdo con Chomsky (1988a), que los conceptos preexistentes o innatos serían receptivos a «etiquetas» o palabras, las cuales son aprendidas en la infancia. Con esto se descarta que estas etiquetas designen entidades del entorno, sino, más bien, designan conceptos que están dentro de la Gramática Generativa o, lo que es lo mismo, dentro de la mente/cerebro.

Por otro lado, para Chomsky (1960) existe un sistema de «Creencias extra-lingüísticas» que concretan la funcionalidad de la comprensión, identificación y producción del discurso.

Dentro del innatismo se pueden encontrar dos tipos de significados internos: 

1) significado  lingüístico  y  

2) significado  completo 

El 1) significado lingüístico no varía, pero puede llegar a ser enriquecido por medio del sistema de creencias y, de ese modo, «se añade mayor textura a  la  interpretación» (Chomsky, 1998: 103). 

Después de la emergencia del significado lingüístico, aparece por conversión el 2) significado completo, el cual carece de referencialidad externa, porque es innato. De esta forma, queda consolidado el argumento de Chomsky (1998), el cual afirma que los conceptos no están fuera de la Gramática Generativa o de la mente/cerebro, sino que pertenecen a la facultad del Lenguaje.

Ahora bien, como ya se ha visto, para el lingüista Robert Berwick y Chomsky (2011), los conceptos al ser innatos no se modifican. No obstante, y sin perjuicio de lo dicho con anterioridad, se crean en la mente otras «ideas internas» que facilitan el conocimiento y comprensión del lexicón (objetos del mundo exterior). Por tanto, este nuevo corpus léxico carece de referencialidad al ubicarse fuera de la facultad del lenguaje y serían una suerte de átomos de computación que se calculan que son entre 30 000 y 50 000; y datan su origen en un espécimen que vivió en una pequeña comunidad del este de África alrededor de hace 75 000 años.



III. PRIMERA GRAMÁTICA GENERATIVA 

Cronológicamente, la «Primera Gramática Generativa» (en adelante, PGG) empieza en los años 50 y va hasta los años 80 del siglo XX. Tuvo dos momentos teóricos: uno llamado «Teoría Estándar» y otro denominado «Teoría Estándar Extendida». 

Chomsky (2003b), en este primer período, propone un método de estudio del lenguaje por medio de tres niveles de adecuaciones:

- adecuación observacional,

- adecuación descriptiva y

- adecuación explicativa

El nivel de adecuación observacional se centra en cotejar las emisiones gramaticales y agramaticales en una comunidad de hablantes. 

En el nivel de adecuación descriptiva se tiene por objeto el estudio de las reglas de las estructuras gramaticales y las relaciones sintácticas, a fin de dar cuenta de las características de las lenguas del mundo.

En tercer lugar, está la adecuación explicativa, quizás la más importante, la cual se basa en una gramática global de todas las lenguas conocidas. Esta gramática es la que posee el niño de forma innata (facultad del Lenguaje) y que sumado a los estímulos es posible la adquisición y desarrollo del lenguaje. Así, la adecuación explicativa da un giro de 360 grados al desplazar el objeto de estudio del la Lengua-E (exterior), como planteaban estructuralistas y conductistas, hacia la Lengua-I (interna e individualista). 


Siguiendo a Chomsky (1965), en el presente trabajo se ha diseñado el cuadro 2° [a la izq.] para representar la PGG de forma resumida. 

Como se observa en el cuadro, está compuesta por tres partes:  

• Sintáctica 

• Semántica  y 

• Fonológica

En el «acto de producción del habla» (formación de oraciones) concurren a la vez los tres componentes arriba mencionados.


• La Parte Sintáctica se divide en: 

a) Base y un 

b) Componente transformacional (que da lugar a las transformaciones).


a) La base (Chomsky, 1965) se subdivide en:

- Lexicón y un 

- Componente categorial

El lexicón es un compendio de palabras dentro del cerebro con  lemas de forma desordenada, pero que poseen información sintáctica, semántica y fonológica. 

El componente categorial (Chomsky, 1960) es un conjunto  de  reglas sintagmáticas y transformacionales de cada lengua. Estas reglas estructuran las expresiones lingüísticas. De esa manera, promueven la continuidad de las oraciones. 

b) El componente transformacional (y la base) parte del análisis sintáctico tradicional estructuralista. Aquí cabe mencionar que en un primer momento, durante la ordenación de los componentes oracionales, se podrían infringir algunas normas gramaticales de la lengua, como en: El gato vio el perro*. Normativamente, se sabe que tras el verbo «vio» debería ir la preposición «a». Esta adecuación hacia la corrección gramatical ocurrirá después de la elaboración de sucesivas cadenas reescriturales, las cuales adquirirán mayor complejidad conforme al número de reescrituras que se hagan desde la base inicial.

A continuación se pondrá un sencillo ejemplo de una presentación formal de este sistema de reglas (R. 1, 2….), ofrecido por el lingüista Carlos Fernández Otero (1965) en su prólogo a la traducción al español de los «Aspectos de la Teoría de la sintaxis» de Chomsky: 

R. 1. S → FN  FV

R. 2. FV →V  FN

R. 3. FN → Art.  N

R. 4. V → vio

R. 5. N → gato, perro

R. 6. Art. → el


1. S (Oración)

2. FN FV (Frase Nominal, Frase Verbal)

3. FN V FN (Frase Nominal, Verbo, Frase Nominal)

4. Art. N V Art. N (Artículo, Sustantivo, Verbo, Artículo, Sustantivo)

5. Art. N vio Art. N

6. Art. perro vio Art. gato

7. El + perro + vio + el + gato


A continuación, se reproducirá la cadena básica oracional en subcadenas. De esa forma presentarán diferentes niveles ahormacionales o transformacionales, en forma de árboles binarios de derivación. Estos diagramas arbóreos se siguen manteniendo en la actualidad y son una señal distintiva del sistema transformacional de Chomsky.

Al respecto, se toma del ejemplo anterior las unidades de su sistema de reglas para realizar su respectivo ahormante o diagrama arbóreo (Cuadro 2.1). Como puede verse, en el componente transformacional se llevan a cabo los cambios sintácticos de las oraciones:

En esta misma parte sintáctica se crean dos estructuras: 

- Estructura profunda y 

- Estructura superficial

Cada una de estas estructuras se ven representadas en las oraciones por sus niveles de información:

- semántico (e. profunda) y 

- fonológico (e. superficial)

La  base (Chomsky,  1965;  Lasnik  &  Lohndal, 2010; Searle, 1972), que se encuentra en la competencia lingüística (conocimiento gramatical) del hablante, genera la estructura profunda. Posteriormente, esta estructura profunda es transformada en estructura superficial mediante el componente transformacional, y se verá realizada en la actuación (emisión) del hablante.

• La Parte Semántica  (Chomsky, 1965, 1960) es la que crea una «interpretación  de  significado»  desde  la  estructura  profunda, a partir de la sintaxis oracional. Para tal efecto, se establecen otras reglas que analizan cada componente dentro de un contexto situacional.

• La Parte Fonológica (Chomsky, 1956) está conformada por el conjunto de «reglas morfofonémicas» que regularizan la conversión de morfemas en fonemas. De esta forma, se normalizan los detalles de la pronunciación y se crea una «interpretación de sonido» de la estructura  superficial.

En definitiva, la PGG se caracteriza primordialmente por un gran énfasis en la explicación formal y un particular interés en las matemáticas como herramienta necesaria para tal formalización gramatical. 

Llegando a este punto, se puede decir que el aprendizaje del habla humana se caracteriza por un sistema de reglas para formar y transformar las estructuras de las oraciones. Todo esto  basado en la experiencia lingüística y los lineamientos de la Gramática Universal. Estas reglas serán las que transformen unas estructuras en otras: 

- e. profunda → e. superficial; 

- o. activa → o. pasiva;

- o. declarativa → o. interrogativa; etc.


Por último, en esta primera etapa, la PGG incluye trabajos sobre los lenguajes formales y su correspondiente gramática, relacionada a aplicaciones informáticas o computacionales. Los últimos avances sobre inteligencia artificial (Alexa o Google Home) son deudoras de esta programación informática-lingüística ya que sin este lenguaje computacional hubiese sido imposible su desarrollo.

Dentro de la «Forma Normal de Chomsky» o «Jerarquía de Chomsky», los lenguajes formales tienen una clasificación (cuadro 2.2), donde las dos primeras (de tipo 0 y 1) no son funcionales para mostrar la complejidad de los lenguajes naturales. En cambio, las gramáticas de tipo 2 y 3 sí son funcionales para el lenguaje natural.

Conforme a Chomsky (1956) estos son los cuatro tipos de gramáticas:

• Gramática de tipo 0: es aceptada por el Autómata (programa algorítmico) de la «máquina» de Turing, e incluye a todas las gramáticas.

• Gramática de tipo 1: da cuenta de la complejidad de las lenguas naturales y son aceptadas por un Autómata de Lineamiento Acotado

• Gramática de tipo 2: usa el alfabeto, pero suprime el contexto. Es aceptada por un Autómata a Pila.

• Gramática de tipo 3: también suprime el contexto y es aceptada por un Autómata Finito.

Cabe mencionar que la «maquina» de Turing no es una máquina propiamente dicha sino mas bien un programa o modelo matemático. De igual modo, un Autómata es una máquina secuencial que capta señales de su entorno para transformarlas y así poder enviar una contestación. Hay diferentes prototipos de Autómatas; como los Autómatas a Pila, Autómatas Finitos y Autómatas de Lineamiento Acotado.


Todo esto puede verse de forma más clara en el cuadro 2.3:





IV. TEORÍA DE PRINCIPIOS Y PARÁMETROS

La «Teoría de Principios y Parámetros» (TP&P, en lo sucesivo), vendría a ser la segunda gramática generativa. También se le conoce como «Teoría de la Rección y Ligamiento» y se viene desarrollando desde la década de 1980 hasta la actualidad. 

Chomsky (2003a) propone que la Gramática Universal está compuesta por una serie de principios universales, pero bajo ciertos parámetros específicos para cada lengua. Esta universalidad de principios, con sus parámetros concretos, explican la competencia lingüística y el surgimiento de las lenguas y su variaciones (dialectos, etc.). 

Según el lingüista José Brucart (1999), al mecanismo de regulación de la TP&P se le conoce como «Gramática Modular». Todo esto ocurre porque la TP&P reemplaza al sistema de reglas de la PGG por un sistema que regula las estructuras, propiedades y organizaciones específicas. Este nuevo sistema da lugar al conocimiento y uso de la lengua (competencia y actuación lingüística). 


La TP&P [ver cuadro 3° a la izquierda] está organizada de acuerdo a: 

a) Principios lingüísticos (innatos) y 

b) Parámetros

Los a) principios lingüísticos surgen de las restricciones innatas del órgano mental o facultad del lenguaje. Son abstractos y de naturaleza modular y se representan mediante reglas de la Gramática Universal. Son también un conjunto estático y reducido de condiciones de buena formación de oraciones.

A continuación algunos ejemplos de principios:

• Principio de proyección: es eminentemente sintáctica y determinada por el léxico.

• Principio o Teoría de la Rección: regula la correcta jerarquización de las categorías sintácticas.

• Principio de Ligamiento: establece la correferencialidad entre el sintagma nominal y los elementos correferentes.

• Teoría X con barra: en la oración la recursividad deriva de este mecanismo para replicarse.

Cada principio  (Chomsky,  1988b;  Lasnik  y Lohndal,  2010)  tiene una serie de parámetros que son necesarios fijar en las diferentes lenguas. Los parámetros son un grupo de posibilidades que se pueden fijar en una cantidad limitada de formas, dando como resultado las lenguas y sus variedades. Por medio de estos parámetros se observan las limitaciones propias y la diversidad de los lenguajes naturales 

Los b) parámetros (Chomsky,  2003a) son concretos para cada lengua y tienen un papel fundamental en la fijación temprana de los principios en la adquisición del lenguaje. El niño fija los parámetros de la Gramática Universal en base a su experiencia lingüística. De este modo, en la adquisición de los principios se verá reflejado el surgimiento de la lengua vernácula, que es fijada por los parámetros.

Seguidamente algunos ejemplos de parámetros:

• Parámetro de Ordenamiento SVO (sujeto-verbo-objeto): es esencialmente de orden estructural-funcional y semántico.

• Parámetro de Concordancia: son restricciones de rección gramatical aplicable a todas las lenguas.

• Parámetro de Ligamientos de Pronombre: es la relación sintáctica de las unidades léxicas con los sistemas de pensamiento y actuación del individuo.

Según  Birchenall  et al. (2013) a la hora de configurar la Gramática Generativa (sistema de reglas) en la TP&P se observan tres sistemas implicados en la adquisición del lenguaje:

1) Sistema cognitivo lingüístico (Lengua-I)

2) Sistema Conceptual-Intencional (sistema de pensamiento)

3) Sistema Articulatorio-Perceptual (sensorio-motriz)

El 1) sistema cognitivo lingüístico o lengua-I sirve de «puente» entre los otros dos sistemas de actuación (Conceptual-Intencional y Articulatorio-Perceptivo) para que entren en funcionamiento. Además, el sistema cognitivo lingüístico está especializado para el lenguaje y tiene las funciones de almacenamiento y procesamiento de la información. Está conformado por:

- Léxico y 

- Mecanismos computacionales

El léxico (Smith,  2001) está disperso y almacenado en el sistema cognitivo e incluye palabras, expresiones, locuciones, frases hechas, etc.

En los mecanismos computacionales se llevan a cabo los procesamientos que dan lugar a la recursividad.

Por otro lado, los dos sistemas de actuación son en parte independientes de la Facultad del lenguaje.

El b) sistema Conceptual-Intencional forma conceptos; el c) sistema Articulatorio-Perceptual articula y percibe los sonidos lingüísticos y extralingüísticos. 

En las manifestaciones extralingüísticas ocurren las variaciones de las lenguas las que, al mismo tiempo, están condicionadas por factores externos que tienen que ver con la historia y la cultura.

De acuerdo con Chomsky (1999), en esta interacción del sistema cognitivo con los dos sistemas de actuación se forman dos «sistemas de interfaz». Estos se corresponden con cada uno de los sistemas de actuación para interpretar los conceptos y las unidades fonéticas. 

Estas dos interfaces son:

- Interfaz de forma lógica e

- Interfaz de forma fonética

La interfaz de forma  lógica se da en la interacción entre el sistema cognitivo con el sistema Conceptual-Intencional. En esta aparece la representación del marcador semántico (SEM, en adelante). Este marcador posee información  sobre  el  significado  de las cadenas lingüísticas.

En la interfaz de forma fonética (Chomsky, 1998; Skidelsky, 2007) ocurre la interacción del sistema cognitivo con el sistema Articulatorio-Perceptivo. Aquí se da la representación del marcador fonético (FON, en adelante), el cual aglomera información de los sonidos de las expresiones lingüísticas.

El sistema cognitivo, según Chomsky (1999), opera seleccionando unidades  del  lexicón y, por medio de su sistema computacional, construye frases u oraciones. Este  proceso tiene su origen en la fase inicial de la facultad del lenguaje y genera rasgos. Estos rasgos son invariantes, de carácter idiosincrático e impredecibles, y tienen propiedades fonéticas, formales y semánticas.

En estos rasgos concurren dos operaciones: 

- Operaciones de ensamblaje y

- Operaciones computacionales

Las operaciones de ensamblaje (merge, en inglés) parten de los rasgos (propiedades fonéticas, formales y semánticas) y combinan unidades léxicas de manera jerárquica.

Las operaciones computacionales parten desde un número limitado de  unidades  léxicas y construyen expresiones más elaboradas y amplias.

Conforme a Chomsky (1998), el «sistema de creencias», es un conjunto de abstracciones mentales que complementan el Significado-I. Seguidamente, la construcción de cadenas lingüísticas se realizan con pares de representaciones FONSEM; es decir, con la suma de unidades relevantes de Sonido-I (FON) más Significado-I (SEM).

Como se ha podido observar, la  TP&P es mas compleja en su diseño y ha superado a la PGG. De acuerdo a Chomsky (1988b y 1998), entre todas las sustracciones y adiciones acaecidas en la evolución de una a otra, cabe señalar la supresión de los conceptos de «Estructura superficial» y «Estructura profunda». También se prescinde de las reglas especificas de la PGG, porque la TP&P propone que todas las lenguas derivan de la Gramática Universal.



V. PROGRAMA MINIMALISTA

El nombre viene de minimizar, simplificar y optimizar los componentes transformacionales de los dos sistemas anteriores (PGG y PT&T). Al Programa Minimalista (en adelante, PM) también se le conoce como «Teoría minimalista». Se viene desarrollando desde los años noventa del siglo XX hasta la actualidad. 

Su arquitectura interna se basa en la funcionalidad computacional de sus elementos a la hora de construir oraciones. Este mecanismo opera bajo las directrices del «Principio de economía», imprescindible y característico del PM. 

La caracterización del conocimiento gramatical de los hablantes (Chomsky, 2005) se ordena por:  

«1) Genetic endowment, the “universal grammar”; 

2) Experience, the stimulus available to the language learners; 

3) The ‘third factor’, principles not specific to the faculty of language».

Los cuales se pueden reformular de la siguiente forma [ver el cuadro 4°]:

1) Rasgos (propiedades fonéticas, formales y semánticas), 

2) Operaciones (solo de ensamblaje y no las computacionales) y 

3) Principios (no específicos de la facultad del lenguaje)

Como se puede observar, pese a algunas coincidencias del PM con la PT&P, lo más novedoso y relevante es el nuevo enfoque que propone Chomsky (2004a) en el PM. Así, pues, se plantea a una interrogante vital, no solo para el PM, sino para todo su programa biolingüístico: «¿por qué la facultad del lenguaje tiene las propiedades específicas que tiene?».

Para resolver esta pregunta el PM se vale de un componente nuevo llamado el «tercer factor», que viene a incorporarse a las dos previas de la evolución de la facultad del lenguaje: el innatismo y la experiencia o factor ambiental (Chomsky, 2004a, 2004b, 2005, 2007; Berwick y Chomsky, 2011). 

En el tercer factor confluyen principios no específicos de la facultad del lenguaje humano. Está dividido por dos componentes (Chomsky, 2005), que a continuación se detallarán:

a) Principios de arquitectura estructural (desarrollo del lenguaje) y 

b) Principios de eficiencia computacional (en la adquisición del lenguaje).


a) Los principios de arquitectura estructural se relacionan con los sistemas de interfaz de la TP&P; es decir, con los sistemas de actuación Conceptual-Intencional y Articulatorio-Perceptivo. 

Esto se hace patente en la linealidad oral del lenguaje, que sería explicada de forma externa por el sistema Articulatorio-Perceptivo debido a que las unidades lingüísticas tienen que sucederse en el tiempo. 

Las estructuras «Predicado-Argumento», presentes en todas las lenguas del mundo, tendrían una explicación en el sistema Conceptual-Intencional que controla la formulación del pensamiento para planificar las acciones.

b) En los Principios de eficiencia computacional, en tanto en cuanto son extralingüísticos y ajenos al organismo, se limita la presencia de elementos innecesarios en las representaciones sintácticas. A este mecanismo se le conoce como «Principio de Interpretación Plena». 

Otra característica de los Principios de eficiencia computacional (Chomsky, 2000), es la continuidad inmotivada en las derivaciones; es decir, del requerimiento de que los pasos sean lo más breves posibles (principio de economía). Esto se lleva a cabo por medio de operaciones determinadas con restricciones de mirar atrás (backtracking) y adelante (look-ahead) en las derivaciones morfológicas de las palabras.

Dentro del PM, se ha puesto en funcionamiento un sub-programa de investigación (Chomsky, 2004a) llamado «Tesis Minimalista Fuerte» (TMF, en adelante). Este pretende poner a prueba al «tercer factor» con su  explicación de las propiedades de la facultad del lenguaje. La TMF cuestiona la capacidad ilimitada y jerárquica de las expresiones, conocida como recursión, y si forma parte o no de la facultad del lenguaje humano. En este sentido, si la TMF estuviera en lo cierto se llegaría a la conclusión de que la Gramática Universal carece de contenido, debido a que las propiedades del lenguaje tendrían su razón de ser de forma externa. 

Este nuevo enfoque ofrece otra perspectiva acerca de la facultad del lenguaje, el cual le otorga a la facultad del lenguaje un estatus similar a otros sistemas orgánicos. En otras palabras, establece una coordinación entre el desarrollo y evolución de los organismos con el «órgano del lenguaje».

Así, pues, los tres componentes del PM:

- Gramática Universal, 

- estímulos del entorno y 

- las condiciones externas o tercer factor

encajan respectivamente con los tres factores de la evolución de las especies propuestos por el biólogo evolutivo Stephen Gould (2002): 

- información genética

- selección natural y 

- restricciones estructurales (en variedad y forma de las especies).

Para el PM el ensamblaje (merge) se trata de una operación sintáctica mínima (recursión) que está constituida jerárquicamente (Chomsky, 1999). En colaboración con dos biólogos evolutivos, Marc Hauser y Tacumseh Fitch, Chomsky escribe dos artículos (2002 y 2005) sobre la recursión. En ellos, se delimita en dos la facultad del lenguaje:

- «Facultad del lenguaje en sentido amplio» (FLA), la cual es general, totalizadora. Engloba a los sistemas de actuación Conceptual-Intencional (C-I) y Articulatorio-Perceptivo (A-P). Por tanto, contiene todos los componentes del lenguaje indistintamente si son parte de otros dominios cognitivos o específicos de nuestra especie (FLE).

- «Facultad del lenguaje en sentido estricto» (FLE): es específica de los humanos (Gramática Generativa) y, por ende, excluyente de las otras especies. Tiene por componente esencial al mecanismo de recursión, el cual es fundamental para la propiedad de la infinitud discreta. La FLE toma de la FLA los dos sistemas de actuación C-I y A-P para hacer posible el uso de la lengua.

La investigación actual del PM se basa, sobre todo, en hacer un ejercicio comparativo entre el lenguaje humano con otros dominios cognitivos y sistemas comunicativos de otras especies. El fin de esto es establecer qué propiedades del sistema de interfaces (sistema de pensamiento Conceptual-Intencional y sistema de uso Articulatorio-Perceptivo) encajan de manera óptima en la FLE o en la FLA.



VI. EL MECANISMO DE LA RECURSIVIDAD

Desde la primera etapa de su PGG, como puede verse en su Aspectos de la teoría de la sintaxis, para Chomsky (1965) la capacidad creativa de la lengua radica en el mecanismo de la recursividad. Al respecto, antes se tenía la idea de que la capacidad de expresar oraciones estaba separada del lenguaje y que ésta venía dada por factores cognitivos (Saussure, 1916; Skinner, 1938). El estructuralismo y el conductismo ignoraban la recursividad como principio fundamental para entender la creatividad lingüística.

A nivel histórico, la «Teoría de la función recursiva general», o de la computabilidad, es una teoría matemática que surgió a finales de los años treinta del siglo XX, en EEUU. Tuvo como máximos exponentes a los matemáticos Emil Post y Alan Turing. Su funcionamiento se basa en la aplicación continuada de cadenas, a partir de un elemento recursivo, el cual generará a su vez una cantidad ilimitada de cadenas derivadas a partir de aquel elemento inicial. 

Uno de los primeros y novedosos pasos que dio el programa biolingüístico de Chomsky, desde sus inicios, fue el de adaptar el estudio de los mecanismos computacionales de la recursión al campo de la lingüística. 

La recursividad (Hauser, et al., 2002), es un mecanismo mínimo, fundamental y quizás único de la teoría sintáctica. Articula la propiedad de la «infinitud discreta», que es la capacidad humana de generar infinitas oraciones a partir de un número limitado de elementos.

En la recursividad se llevan a cabo un sinnúmero de expresiones lingüísticas bajo una estructura jerárquica de clausulas; todo ello gracias a que se dispone de un número finito de unidades léxicas para su realización. 

Esto se puede ver más claramente en los sencillos ejemplos que pone para graficar el mecanismo de la recursión, el lingüista Carlos Fernández Otero, en su prólogo a los Aspectos de la teoría de la sintaxis (Chomsky, 1965): 

Ejemplo 1. (Ibid. 33)

Axioma inicial: S

Regla 1.   S → W

Regla 2.   W → W + W


Ejemplo 2. (Ibid. 34)

• W (al aplicar la Regla 1 del Ejemplo 1);

• W + W (al aplicar la Regla 2)

• W + W + W (al reaplicar la regla 2 a la línea anterior)

• W + W + W + W  (al reaplicar la regla 2 a la línea anterior)


A continuación, una muestra sencilla, pero esclarecedora, del Ejemplo 2 que se ha diseñado para el presente trabajo:

• María trajo manzanas.

• María trajo manzanas [que compró en el súper].

• María trajo manzanas [que compró en el súper [que está cerca a su casa]].

• María trajo manzanas [que compró en el súper [que está cerca a su casa [que cierra a las 10 p. m.]]].


De acuerdo con el lingüista Guillermo Lorenzo (2013), en estudios más recientes se concibe a la recursión como un procedimiento congénito y computacional (matemático), que facilita la incrustación de unidades léxicas o grupos de unidades léxicas dentro de estructuras oracionales.

Sobre este particular se investigó el canto de los estorninos (Gentner et al., 2006) para probar que la recursión no es exclusiva de los seres humanos sino que la comparte con otras especies. El espacio donde la recursión puede darse o no se denomina «dominio cognitivo» (presente en todas las especies). En el caso de la recursión humana, sus características específicas contribuyeron en gran medida al desarrollo del lenguaje.

Sin embargo, aunque existan algunas similitudes entre la recursión humana y animal, lo que marca la diferencia es la sintaxis (Hauser, et al., 2002). En los humanos se da una composición semántica con pleno significado que permite su recombinación ilimitada, adquiriendo distintos significados. De este modo, los significados de las expresiones son producto de la suma del significado de sus partes. Por el contrario, la sintaxis del canto de algunas aves y ballenas no poseen una composición semántica sino, más bien, se parece más a las unidades fonológicas finitas de la lengua; es decir, donde fonemas sin significado se unen para crear estructuras mayores pero también sin significado, como las sílabas.

Otra perspectiva que compite con la sintáctica, es la de llevar la facultad del lenguaje hacia otros ámbitos de la cognición humana. Esto con idea de abrir el debate en torno a si la recursión no habría surgido exclusivamente por y para el lenguaje sino por otras razones cognitivas. 

A este respecto (Hauser, et al., 2002), plantean otras posibilidades como:

1) la comunicación en sociedad, 

2) las habilidades espaciales y 

3) la cuantificación numérica.

En lo referente a 1) la comunicación en sociedad, en el sistema cognitivo la propiedad de la recursión viene impuesta por el sistema de interfaz Conceptual-Intencional o del pensamiento. En esta línea, para el psicólogo Steven Pinker y el lingüista Ray Jackendoff (2005), la presencia de la recursividad en el lenguaje se debe a que su razón de ser es transmitir pensamientos recursivos.

Discrepando de lo anterior otro psicólogo, Michael Corballis (2011), propone que la aparición del lenguaje no ocurrió estrictamente por el pensamiento lingüístico, sino por los mecanismos recursivos. Corballis argumenta que, antes del lenguaje, ya se usaban los principios recursivos en la capacidad mental para traer hechos del pasado, para imaginarse el futuro y para tener alguna idea de lo que piensan otros individuos.

Otro enfoque importante es el del lingüista Wolfram Hinzen (2006 y 2009), quien señala que la función del lenguaje no es expresar pensamientos, sino tan solo moldearlo y hacerlo comunicativo lingüísticamente; es decir, no puede existir pensamiento fuera del sistema computacional del lenguaje. De esta forma, para Hinzen (2006 y 2009), el nacimiento de la recursión está en el lenguaje y no en el pensamiento.

Por otro lado, sobre 2) las habilidades espaciales, como la visión y la música, Pinker y Jackendoff (2005) fundamentan sus orígenes en la recursión, en la medida en que sus mecanismos forman unidades discretas con estructuras jerárquicas. Asimismo, manifiestan estos dos autores que las operaciones sintácticas dependen de un núcleo y que esto se extrapola a la música, donde se sigue un patrón similar.

Otra razón cognitiva de que la recursividad es ajena al lenguaje es 3) la cuantificación numérica, en la cual se propone que las capacidades aritméticas provendrían de las propiedades recursivas (Chomsky, 2005; 2007; 2008 y 2010). Esto se explicaría a partir de las operaciones de ensamble (merge) sobre el lexicón, así como la unidad que desencadena el sistema de los números naturales.

En otros enfoques de índole estructural acerca de la recursividad es el del lingüista Cedric Boeckx (2009). Propone que en las operaciones de ensamble concurren dos procedimientos. Uno es el que genera estructuras jerárquicas. En el segundo, de naturaleza y capacidad endocéntrica, se generan copias que, al combinarse dos unidades lingüísticas, reproducen propiedades de una de ellas. Esto último definiría lo específico de la recursividad. Sin embargo, Chomsky, en los comentarios adjuntos a esta publicación de Boeckx descarta esta endocentricidad y dice de ella que es, en realidad, un epifenómeno; es decir, un fenómeno secundario que acompaña al principal sin influenciarlo. Según Chomsky (ibídem), este epifenómeno proviene de la eficiencia computacional y reitera que lo que caracteriza a la propiedad de la infinitud discreta es su mecanismo de recursividad lingüística.

Por otra parte, el zoólogo Jacob Dunn y el psicólogo Jeroen Smaers (2018), desde un enfoque maás neurolingüístico, han encontrado que algunas especies de primates podrían llegar a comunicarse lingüísticamente, pero su cerebro no ha realizado las conexiones requeridas, como sí ocurre en el sistema cognitivo de los humanos.

No obstante, a pesar del avance de todas estas investigaciones, hay voces discrepantes que niegan este mecanismo recursivo, como la del lingüista Daniel Everett (2005, 2007, 2010). Señala que, en base a sus estudios de la lengua amazónica pirahã, al no producirse la recursividad lingüística en una lengua la recursividad no es universal en las gramáticas de las lenguas humanas. Esta afirmación, aunque cuenta con indicios empíricos, no ha sido corroborada fehacientemente por la comunidad científica.

Antes de ir poniendo punto final a este trabajo, es importante recalcar que el Programa Biolingüístico puede tener también aplicaciones fuera del ámbito del lenguaje humano. Como se ha visto, el mecanismo de la recursión no es exclusivo del ser humano y, para su estudio en otras especies, se ha de necesitar, además de lingüistas especializados en fonética y fonología, lingüistas que apliquen el sistema de Chomsky. Sobre este particular, llama mucho la atención que en algunos espacios de la investigación se intente «traducir» el lenguaje de otras especies prescindiendo de los lingüistas, tan necesarios para ese fin. Recientemente, en un documental del canal de televisión Deutsche Welle (2021) titulado, «¿Los cetáceos y los humanos hablan el mismo lenguaje?» se intentó descifrar el lenguaje de los cetáceos de la costa oeste de Canadá con la participación de biólogos, informáticos y de inteligencia artificial, dejando de lado a los lingüistas. Quizás la razón de tal indignante despropósito estriba en que se tiende a pensar que la lingüística es una disciplina que se centra únicamente en el lenguaje humano; pero esta percepción está completamente alejada de la realidad. Chomsky ha demostrado que el campo de la lingüística desborda el lenguaje humano y que su sistema es útil para el estudio de otras especies. 



VII. CONCLUSIONES

Tras repasar el Programa Biolingüístico de Chomsky, desde sus comienzos hasta los estudios más recientes, se ha podido apreciar una evolución del mismo, el cual ha implicado necesariamente el trabajo en conjunto y multidisciplinar de otras ramas del conocimiento, como la biología evolutiva, la psicología, la neurología, etc. Sin el apoyo de estas ciencias, no habría sido posible el desarrollo del estudio del Programa Minimalista o el mecanismo de la recursión, entre otros. Gracias a estas últimas investigaciones se ha llegado a conocer, por ejemplo, que las operaciones recursivas serían prelingüísticas y que, al volverse específicas en los humanos, dieron lugar a las operaciones de ensamble. En efecto, por medio del mecanismo de la recursión se generó un subcomponente en las operaciones de ensamble que le dieron la especificidad lingüística necesaria para hacer posible el lenguaje humano. Así, pues, la información genética para el lenguaje, podría ser una operación computacional combinada con otros dominios cognitivos, compartidas con otras especies. El lenguaje humano, por tanto, es un producto de la evolución biológica.

Finalmente, como se pudo observar a lo largo de esta síntesis, la contribución de Chomsky a la ciencia en general ha sido enorme. La retroalimentación o feedback de su sistema con otras ramas científicas como la psicología, la informática, la biología, entre muchas, son prueba de ello. Por ese motivo, sin exagerar, estaría más que justificado que se le otorgue el premio Nobel (en el campo de la medicina por su valioso aporte para entender el lenguaje humano desde la psicobiología) a este lingüista, no solo por todo el conocimiento científico que está aportando a los investigadores en la actualidad, sino también por el inmenso legado que está dejando a las generaciones futuras.


Juan Post

Junio de 2021




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Resumen crítico de "Tras una lengua de papel", de Carlos Garatea

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