sábado, 18 de febrero de 2023

I. Política Plurinacional en el Perú

I. POLÍTICA PLURINACIONAL EN EL PERÚ



Desde que las poblaciones colonizadas por las potencias europeas lograron su libertad y, posteriormente, se constituyeron como países independientes, éstas han ido recuperando la noción de sus orígenes y han construido o están reconstruyendo su identidad como nación tanto individual como colectivamente. Todo depende del proceso de colonización en cada preciso lugar del mundo donde tuvo lugar dicho proceso. Es así que estos hechos históricos fácilmente se pueden corroborar: no es el mismo proceso el de la colonización española en la América hispánica que el proceso de la colonización inglesa en Australia o Norteamérica, o el de la colonización francesa en África, por ejemplo. Estos hechos históricos han determinado y condicionado la problemática socoeconómica de estas poblaciones y ello implica, por supuesto, a todo lo referente a su propia identidad como pueblo diferenciado de otros pueblos similares o alejados de ellos.



En el Perú, esa identidad pasa por reconocerse dentro de una realidad étnica, cultural y lingüística. En nuestro país, en el año 2023, según el Ministerio de Cultura existen 55 pueblos indígenas y se hablan 47 lenguas originarias dentro del territorio peruano. Además, hay que agregarle a la diversidad originaria del país las masas humanas posteriores que llegaron al Perú desde diversas partes del mundo por varias razones (colonizadores, colonos, esclavos, inmigrantes, refugiados, etc.)


Sin embargo, pese a que el Perú posee una inmensa riqueza cultural, ésta contrasta terriblemente con la desigualdad económica y social que castiga a gran parte de la población peruana. La comunidad indígena es la más afectada por la desigualdad a día de hoy. Realmente es vergonzoso aquel cuarto lugar que ubica al Perú en el ranking de los países más desiguales del mundo en el año 2023, de acuerdo con la investigación del World Inequality Database. En desigualdad, el Estado peruano apenas está detrás de Mozambique, República Centroafricana y República Dominicana.


El filósofo y politólogo José Carlos Mariátegui en sus Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana señala, a propósito de esto, que la desigualdad ha sido siempre histórica y sus raíces se encuentran en la época colonial y, luego, en una segunda etapa, durante los primeros años de la República criolla. Exactamente dice: “en el Perú la aristocracia colonial se transformó en burguesía republicana”. Tiene razón, pero no solo la desigualdad ha sido un lastre para el desarrollo de las poblaciones indígenas, sino que nuestras poblaciones originarias han sido víctimas sistemáticas de violencia física, psicológica y mortal, por el Estado y algunos sectores de la sociedad peruana. Las matanzas de indígenas se documentan en toda la historia del Perú por parte del supuesto orden colonial (más que orden era represión ante cualquier protesta) y luego republicano tras la independencia de España. Esta deplorable situación llega hasta nuestros días. El último informe de Amnistía Internacional, en el contexto del estallido social que empezó en diciembre del año 2022 cifra las víctimas de origen indígena en “48 muertes por represión estatal”. Obviamente, son más víctimas que aún faltan por contabilizar que han muerto a causa de esta represión por parte de la Policía Nacional del Perú y el Ejército con la complicidad del gobierno de turno. El informe de Amnistía es todavía preliminar. 


Como vemos, las naciones originarias en el Perú han sufrido y siguen sufriendo la destrucción no solo de su modo de vivir, sino que el Estado, que se supone debe protegerlos, hace todo lo contrario y atenta contra sus vidas. Este racismo, clasismo y desprecio por las vidas de los indígenas se ven reflejados también en la sociedad peruana. Expresiones como las del expresidente Alan García que, en el año 2009, dijo, en el contexto de un conflicto ambiental con los indígenas de la provincia de Bagua, que ellos (los indígenas)  “no son ciudadanos de primera clase”. 



Es así que en este contexto de desigualdad económica y social surge el concepto de Estado Plurinacional como alternativa al sistema injusto que se le impuso y se le sigue imponiendo a la fuerza a las poblaciones indígenas. El Estado Plurinacional es la organización política y jurídica, que reconoce la diversidad étnica, cultural y lingüística de los pueblos originarios de América Latina como Ecuador y Bolivia (en estos dos países las asociaciones indígenas están muy bien organizadas políticamente) que ya gozan de una Constitución Plurinacional. Por lo tanto, estamos hablando de una corriente política y jurídica que aparece en nuestra región para resolver una problemática que ha permanecido vigente desde hace 500 años con la conquista española. Este largo proceso de colonización ha requerido de una contraparte de descolonización para que tenga un efecto real; es decir, la descolonización significa la liberación de los pueblos indígenas de Latinoamérica de la influencia occidental europea que ha tratado de homogeneizarlos con la población no-indígena mediante el mestizaje y la imposición de la cultura occidental y la religión católica que les eran ajenas a los pueblos originarios. 


Sabemos que esta nueva organización del Estado podría traer suspicacias referente al término Plurinacional, en cuanto a que dividiría a los peruanos y al país, como ocurrió en el proceso chileno del referéndum para el fallido cambio de Constitución en el año 2022. Sin embargo, es necesario recordar que de acuerdo con la Constitución vigente del Perú, en sus artículos 52 y 53, ésta acepta la posibilidad de que los ciudadanos peruanos puedan adquirir otra nacionalidad además de la nacionalidad peruana. Asimismo, el 11 de enero de 1996 se publició en el diario oficial El Peruano, la Ley 26574 que en su artículo 9 dice lo siguiente: “Los peruanos de nacimiento, que adoptan la nacionalidad de otro país, no pierden su nacionalidad salvo que hagan renuncia expresa de ella ante la autoridad competente”. Y, a continuación, en el artículo 10 de la misma ley dice: “Las personas que gozan de doble nacionalidad, ejercitan los derechos y obligaciones de la nacionalidad del país donde domicilian (y cuya nacionalidad poseen)”. 


De esta forma vemos que la posibilidad de que los peruanos puedan tener dos o más nacionalidades es ya una realidad y está en práctica, pues está permitida por la legislación peruana vigente. Así, pues, en términos de Plurinacionalidad dentro de un mismo Estado, como ocurre con las Constituciones plurinacionales de Bolivia y Ecuador, cabe hacer la siguiente pregunta: ¿por qué algunas personas (sobre todo conservadores y progresistas liberales) ven con escepticismo y rechazo que dentro de un mismo Estado convivan ciudadanos con dos nacionalidades? 



En realidad, es absurdo aceptar una cosa y negar otra; es decir, si aceptamos que un peruano posea otra nacionalidad extranjera, ¿por qué no aceptar que otros peruanos posean otra nacionalidad dentro de un mismo Estado? El racismo y el clasismo aún presentes en la sociedad peruana desde hace 500 años parece darnos la respuesta a estas interrogantes.


El Perú es un país diverso en culturas y pueblos que han coexistido respetando su identidad diversa a lo largo de la historia, como ocurrió con las naciones antes del Imperio de los Incas y durante el mismo Incanato. Dicho de otro modo, la realidad diversa del Perú no viene de ahora, sino que es una continuación de los pueblos que han habitado este territorio que hoy denominamos Perú. La organización política del actual territorio peruano, de hecho ha ido evolucionando con el tiempo. Antes de la conquista española, este territorio se denominaba Tawantinsuyo, que eran los cuatro suyos o provincias (Chinchaysuyo, Collasuyo, Antisuyo y Contisuyo) en que estaba dividido políticamente el Imperio Inca. Pero anteriormente a la gran expansión de los Incas en Sudamérica, coexistían varias culturas o naciones, con sus respectivos territorios, como los Wari, Chancas, Huancas, Chachapoyas, etc. Y, a su vez, estos pueblos siempre se han retroalimentado unos a otros y han coexistido en periodos de paz y de guerra, teniendo en claro su identidad propia por razones étnicas, culturales o lingüísticas. Por mencionar algunos ejemplos, el arqueólogo Julio C. Tello en base a sus investigaciones apunta que las culturas de los pueblos andinos y costeños tienen un origen amazónico. Asimismo, el lingüista Alfredo Torero, indica que el origen de las lenguas amazónicas, como las lenguas Arawak, tienen origen andino y que la lengua Quechua central (de las regiones Ancash y Huánuco) tiene su origen en la costa central del Perú. Incluso, ahora a nivel geográfico, de acuerdo con otro reconocido lingüista, Rodolfo Cerrón Palomino, en el centro de nuestro país se gestó el origen de la lengua sureña del Aymara. Esto estaría corroborando la estrecha interrelación que existía y sigue existiendo entre las diversas naciones indígenas dentro del territorio peruano y que las distancias geográficas no fueron impedimentos para que las naciones originarias se interrelacionen no solo en el Perú, sino en las diferentes naciones que coexistían dentro del Tawantinsuyo.



Finalmente, para despejar ya toda suspicacia infundada, en la Constitución Plurinacional de Bolivia, en su artículo 3, deja bien en claro que los pueblos indígenas y originarios son un componente más de la nación boliviana. Esto quiere decir que en el Perú también, como en el hermano país boliviano, nuestras naciones originarias no pretenden sino más que el reconocimiento verdadero de sus derechos y el respeto de su origen étnico, cultural y lingüístico en todas las instancias jurídicas y constitucionales. Nuestros pueblos originarios son tan peruanos como cualquier peruano en todo el territorio nacional y nos sentimos orgullosos de nuestra identidad peruana diversa. 


El filólogo francés Ernst Renan concluye que, a propósito de la diversidad de orígenes y lenguas de los suizos (son lenguas oficiales el francés, el alemán, el italiano y el romanche), Suiza está unida por la voluntad de los suizos. Esto último lo podemos traer a la realidad peruana y decir, parafraseando a Renan, que todos somos peruanos porque tenemos la voluntad sincera de estar unidos. No obstante, hay que tener presente que nuestra identidad unitaria como peruanos es a la vez diversa, porque existen naciones originarias en el Perú. Estas naciones originarias estuvieron antes de la llegada de los conquistadores europeos y, posteriormente, llegaron otras poblaciones diferentes a los indígenas. Este hecho paradójico no divide a los peruanos debido a que ya hay peruanos con dos o más nacionalidades, como se mencionó antes, y que es absurdo, racista y clasista negar una nacionalidad originaria a un peruano, peruana o peruane que nació en una comunidad indígena. En ese sentido, la Plurinacionalidad política al reafirmar este hecho histórico, actualiza, mediante una serie de leyes y en la Constitución, este reconocimiento y respeto de nuestras naciones originarias o indígenas. 



Sin duda, la plurinacionalidad no va a resolver todos los problemas de desigualdad en el Perú. Sería ingenuo pensar eso, pero sí es un avance significativo en el reordenamiento del Estado caótico y desigual que tenemos en la actualidad con esta Constitución neoliberal de 1993. Lo peor sería no hacer nada y dejar todo igual. Es así que aún queda por resolver temas de organización territorial, y también de una correcta distribución de la riqueza que produce cada región. Desde esta plataforma creemos que una solución a esta problemática es refundar al Perú en un Estado federal, donde las regiones se conviertan en Estados que se autogobiernen para que trabajen para su comunidad y, por supuesto, junto a las otras regiones para el beneficio conjunto del Estado peruano. 



Actualmente, la mala organización del Estado ha generado que el centralismo limeño sea ineficiente a la hora de distribuir la riqueza de las regiones. Creemos firmemente que lo que produce cada región se debe quedar en cada región y solo una pequeña parte debería ir al Estado central. En la misma temática, trabajar para convertir al Perú en un Estado social donde se garantice a todos los peruanos sin distinción un verdadero acceso universal a salud de calidad y a la educación gratuita preescolar, escolar y universitaria a estudiantes de bajos recursos económicos y/o de excelencia académica mediante más becas públicas. Pero estos temas de vital importancia para la paz social de nuestro país serán objeto de otro artículo.







Juan Post

Lima, febrero de 2023.







Fuentes bibliográficas:


Agencia France Press. (30 de agosto de 2022). Plurinacionalidad indígena en nueva Constitución divide aguas en Chile. France 24. Recuperado el 17 de febrero de 2023: https://www.france24.com/es/minuto-a-minuto/20220830-plurinacionalidad-ind%C3%ADgena-en-nueva-constituci%C3%B3n-divide-aguas-en-chile


Álvarez, J. P. (15 de febrero de 2023). El dato que coloca a México, Perú y Dominicana entre los más desiguales del mundo. Blomberg Línea. Recuperado el 16 de febrero de 2023: https://www.bloomberglinea.com/2023/02/15/el-dato-que-coloca-a-mexico-peru-y-dominicana-entre-los-mas-desiguales-del-mundo/


Congreso de la República. (11 de enero de 1996). Normas legales acualizadas. Diario oficial El Peruano. Recuperado el 16 de febrero de 2023: https://diarioficial.elperuano.pe/pdf/0093/LEY_NACIONALIDAD.pdf


Constitución política del Estado plurinacional de Bolivia. (2009). Organización de Estados Americanos. Recuperado el 17 de febrero de 2023: https://www.oas.org/dil/esp/constitucion_bolivia.pdf


Contreras, C.; Gruber, S. (2012). Orígenes históricos de la desigualdad en el Perú. Documento de trabajo N° 328. Departamento de Economía PUCP. Acceso en Internet: https://files.pucp.education/departamento/economia/DDD328.pdf


Lombardo, U. (2022). Retos para la construcción del Estado plurinacional en América Latina. Cuicuilco. Revista de ciencias antropológicas. Vol. 29; N° 83. Acceso en Internet: https://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S2448-84882022000100287&script=sci_arttext#:~:text=El%20Estado%20plurinacional%20en%20Am%C3%A9rica%20Latina%20es%20un%20valioso%20compendio,estos%20movimientos%20en%20sus%20respectivas


Mariátegui, J. C. (2018). Siete ensayos de la interpretación de la realidad peruana. Ebisa Editorial.


Maldonado, L. (27 de junio de 2017). La lengua no tiene sexo: “Elle está cansade”. FundéuRAE. Recuperado el 18 de febrero de 2023: https://www.fundeu.es/noticia/la-lengua-no-tiene-sexo-elle-esta-cansade/


Mendoza Sheen, S. (2018). Diversidad étnica, un solo Perú. Agencia Andina. Recuperado el 16 de febrero de 2023: https://portal.andina.pe/edpespeciales/2018/diversidad/index.html


Mitma, D. (20 de marzo de 2022). Rodolfo Cerrón Palomino: “El aymara tiene su punto de origen en el centro del Perú”. Diario Correo. Recuperado el 18 de febrero de 2023: https://diariocorreo.pe/edicion/huancayo/el-aimara-tiene-su-punto-de-origen-en-el-centro-del-peru-noticia/

Oré Aguilar, G. (21 de junio de 2009). Conflicto en Perú: ¿cuáles son los ciudadanos de primera clase? Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria. Recuperado el 18 de febrero de 2023: https://iecah.org/conflicto-en-peru-icuales-son-los-ciudadanos-de-primera-clase/


Renan, E. (2004). ¿Qué es una nación? Universidad de Friburgo. Recuperado el 18 de febrero de 2023: https://perso.unifr.ch/derechopenal/assets/files/obrasjuridicas/oj_20140308_01.pdf

Rubio Correa, M. (2021). Para conocer la Constitución de 1993. Fondo editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú.


Vargas Nalvarte, P. (2016). Huacas limeñas: ancestros amazónicos. Arqueología y Sociedad, número 31, pp. 327-340. Acceso en Internet: https://revistasinvestigacion.unmsm.edu.pe/index.php/Arqueo/article/download/13304/11790/46173




Fuentes visuales:


*Todas las imágenes que aparecen en este artículo fueron obtenidas de la página web Quizizz. Acceso en Internet: https://quizizz.com/admin









jueves, 9 de febrero de 2023

MANIFIESTO CONSTITUYENTE

 MANIFIESTO CONSTITUYENTE



Estimados compañeros:

Debido a la coyuntura actual urge más que nunca la participación de nosotros, nosotras y nosotres, los ciudadanos que queremos un cambio en las estructuras del Estado. En ese sentido, es imposible no sentirnos indignados por las injusticias sociales, económicas y políticas que vemos todos los días contra nuestros hermanos de provincias o regiones, y de cualquier lugar del Perú donde haya pobreza y desigualdad.

Las reivindicaciones de las marchas y manifestaciones pacíficas que están ocurriendo en estos momentos son evidencia de que el modelo que Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos nos impusieron a todos los peruanos, mediante su Constitución neoliberal de 1993 ha fracasado. La pandemia y sus más de 200 mil muertos en nuestro país, la pésima calidad de la educación pública, la inseguridad ciudadana, la contaminación ambiental que condena a los peruanos a malvivir con plomo en la sangre, la anemia infantil, etc., son pruebas irrefutables del fracaso del modelo neoliberal.

Cuando asumió el poder, en el año 2021, la figura presidencial de Pedro Castillo trajo un poco de esperanza a ese pueblo olvidado que votó por él. No solo fueron 200 años de república criolla, sino desde hace 500 años, con la llegada de los europeos, que esa marginación a nuestros pueblos originarios y poblaciones vulnerables han causado un daño profundo a la sociedad peruana. Fueron los conquistadores españoles quienes arrebataron la tierra a nuestros pueblos originarios causando un grave deterioro social, económico y político y que sus terribles consecuencias llegan hasta nuestros días.

Si bien la Reforma Agraria del presidente Juan Velasco Alvarado reparó en parte la injusticia histórica contra nuestros pueblos originarios, campesinos y nativos, el centralismo del Perú, que concentra demasiado poder en su capital, Lima, ha agudizado este problema en perjuicio de las poblaciones más vulnerables de todo el país. Por estas razones, se necesita un nuevo enfoque de acuerdo a las demandas de nuestro pueblo diverso. Estos cambios tienen que refundar al Perú, y eso signfica un cambio de Constitución, por una nueva carta magna donde se reconozca la diversidad de los pueblos que componen la nación peruana.

Cualquier proyecto político tiene que atender estas nuevas demandas. Por más buenas intenciones que tuvo la Constitución de 1979, ésta no satisface las nuevas necesidades y requerimientos de los peruanos. Es así que debemos ver qué ha ocurrido en la región, con países hermanos como Bolivia, Ecuador, donde han atravesado y, recientemente en Chile, están atravesando un momento constituyente.

Obviamente, las medidas a corto plazo pasan por la renuncia o la vacancia de Dina Boluarte, que rompió su promesa de renunciar a la vicepresidencia si vacaban al presidente Castillo, y por ser la responsable intelectual de los más de 60 hermanos peruanos asesinados solo por el hecho de manifestarse en las calles. Asimismo, gran parte de la población peruana está a favor de la Asamblea Constituyente o de un referéndum para aprobarla.  El apoyo económico y legal a las protestas y hermanos de provincias y de todo el Perú, completan los objetivos a corto plazo. 

Sin embargo, si pensamos a largo plazo quizás no todos vamos a coincidir en las formas. Si se consigue llegar a una Asamblea Constituyente, directamente o mediante un referéndum, el contenido de la nueva Constitución tiene que atender a la realidad peruana del siglo 21. Aspectos como el reconocimiento de derechos a los pueblos originarios quechuas, Aymaras y amazónicos por medio de un nuevo Estado plurinacional, como en Bolivia y Ecuador, puede mejorar sus condiciones de vida en lo social. 

En cuanto a lo económico, en el pasado, los intentos de descentralizar el país han sido infructuosos y han empeorado la situación de centralización del poder en Lima, la capital, en desmedro de la población que vive en el interior del país. Entonces, para una mejor distribución de la riqueza de las regiones se debe plantear un cambio al modelo centralista. Puede ser un sistema autonómico, de reforzamiento y de mejor autogestión, etc. Desde este Manifiesto Constituyente exploramos la idea de un Estado federal, donde cada región recaude e invierta lo que produce y ya no tenga que esperar a que un burócrata del MEF (Ministerio de Economía y Finanzas) le diga cómo y en qué puede gastar lo que produce cada región del país. No puede haber nadie que sepa mejor las necesidades reales de su propia región que los naturales de ese lugar y no alguien ajeno a esa realidad desde una oficina burocrática a cientos o miles de kilómetros y que se base en solo en fríos datos y no viva día a día esa realidad. 

Por último, en el aspecto político, cambiar el enfoque neoliberal actual por un enfoque de Estado Social verdadero hará justicia en un país con ingentes riquezas gracias a sus recursos naturales que no se distribuyen adecuadamente por el modelo centralista del país. Esta crisis política que no tiene cuándo acabar ha dado como resultado un estallido social que se ha llevado a decenas de vidas que en un momento dado deberán ser juzgadas como se juzgó los delitos y crímenes ocurridos en la década de los noventa.

Tenemos que configurar la reforma de la ley de partidos políticos. Actualmente, los partidos políticos en el Perú funcionan como empresas privadas donde una persona, o un grupo de personas, con mucho dinero forman forman su partido sin pasar por elecciones internas y usan el financiamiento del Estado para sus intereses personales. También la representatividad en el Congreso es débil y deficiente: 130 congresistas no pueden representar a 34 millones de peruanos. Es un sinsentido que se debe corregir con mayor representatividad. Para ello debemos volver a la bicameralidad. Por ejemplo, tener un diputado por cada provincia del Perú, y el senado debería estar conformado por dos representantes de cada región.

El giro político y constitucional hacia el Estado Social verdadero va a garantizar educación y salud de calidad y universal a todos los peruanos. Y, por supuesto, una pensión de jubilación mínima que esté acorde a la canasta básica familiar. Dicho esto, la participación de la empresa privada en todos los sectores económicos del país será bienvenida siempre y cuando respeten las normas medioambientales y la regulación del Estado. La posibilidad de renegociar los contratos si incumplen las regulaciones o vayan en contra del bienestar de la población que vive en los alrededores de dichas actividades industriales o extractivas, o no paguen sus impuestos de ley serán sancionadas de manera efectiva sin posibilidad de evadir su responsabilidad legal.




Atentamente

Juan Post

Lima, febrero de 2023.



*Fuentes de las imágenes: Agencia Andina

Resumen crítico de "Tras una lengua de papel", de Carlos Garatea

Este libro concebido como un estudio del español hablado en Perú, en realidad es un manual de sociolingüística histórica del Perú. El recorr...